Sin la ayuda de
los locales no sabemos si habría sido posible…
Cuando sacamos
los visados para Rusia exigían tener un seguro de repatriación. Entre los
aceptados por el país estaba el del RACE. Una de las cosas que nos gusto de
este seguro es que te repatriaban a ti y al vehículo desde “cualquier” país del
mundo.
Cuando les dimos
el aviso nos indicaron que era un país en el que nunca habían tenido
experiencia y que nos avisarían. Al de unas horas nos indican que ellos podrían
hacerlo desde la capital Taskent, invitándonos a que nosotros nos encargáramos
de poner la moto en la capital.
También nos
solicitan un certificado donde ponga que la moto no funciona para poder empezar
los trámites.
Uzbekistán en un
país muy difícil en el tema de aduanas y uno de los temas más complejos es el
tema de vehículos, si entras en el país con vehículo, tienes que salir con él.
Pensando que
hacer, se nos ocurre ir a la policía, quizás ellos nos puedan hacer algún papel
que nos permita salir del país diciendo que la moto está rota y no puede
circular.
Existe una
policía turística en las ciudades más visitadas a la que nos dirigimos en
primer lugar… curiosamente no podemos entablar conversación con ellos porque
solo hablan uzbeko y ruso.
Probamos con
otros dos y un policía normal que nos entiende un poco, empieza a hacer
llamadas.
En mitad de la
calle vienen más policías, uno de paisano con una bici de hace 40 años parece
el jefe.
Una vez
localizado un interlocutor adecuado, nos montan en su coche y vienen a ver la
moto.
Conjuntamente con
los empleados del hotel, que nos hacen de intérpretes, les contamos el problema
y se muestran muy dispuestos a ayudarnos. El policía nos dice que ellos nos
localizan un camión para llevar la moto. También llaman a un mecánico de su
confianza, para que vea si la moto tiene reparación y poder ayudarnos a salir.
El mecánico, se ve que entiende y, casi con solo oír el ruido de la moto
diagnostica la avería. Quedamos para el día siguiente seguir con las gestiones.
Todo esto nos lleva más de 3 horas.
Al día siguiente
y a petición de la policía, nos desplazamos al taller de camiones donde
abrieron la moto para ver si ellos nos pueden hacer algún tipo de certificado
indicando la avería.
Pedimos ayuda en
el hotel y nos acompañan dos empleados, uno de ellos habla inglés, para
apoyarnos en el tema de las comunicaciones.
En el
concesionario de camiones no nos pueden ayudar porque no les autorizan los
jefes a poner un sello en un documento.
Ya que ellos no
nos pueden ayudar se nos ocurre contarle la historia a otro taller a ver si con
suerte nos dicen algo. De repente veo al hombre que nos sirvió de intérprete la
víspera en el taller de camiones, que curiosamente, en contra de lo que yo
creía no trabaja a allí, es un comercial de coches de un concesionario Lada que
estaba a 200 metros.
Al verle, me
reconoce y nos saludamos con un efusivo “hello my friend”. Le contamos el
problema y pregunta en su oficina para ver si nos pueden ayudar. Pedimos un
papel con un sello donde diga que la moto no funciona. Además, él conoce la historia de primera mano...
qué mejor ayuda!
Nos dice que en 5
minutos tendremos el papel… esto es a las 09:00. A las 12 ahí seguimos a pleno
sol hablando de fútbol…. Aquí el tiempo corre de otra manera. Después de 3 horas y media tenemos el papel
con 5 firmas y un sello en perfecto ruso indicando el problema. Nos solicita
una pequeña propinilla para su jefe, 40000 sums ( más o menos 4 euros) y nos
despedimos tan amigos.
Cuando ya
estábamos cerrando el transporte a Taskent nos llama el RACE y nos dice que no
nos cubre la repatriación. Han pedido presupuesto para el envió a España en
avión y el coste es de 6500 €. Nos indican que el valor venal de la moto menos
el coste de la avería es 6100 €, inferior al coste del trasporte, por lo que no
está cubierto.
Nos ponemos a
mirar la póliza y vemos que indica que hace referencia a una guía, Gabman de valoración a la
que se remiten. También vemos que el importe que nos ha dado coincide con el
valor de hacienda del vehículo a efectos de transmisiones. Les llamamos para
reclamar por que según nuestro criterio no es correcto el cálculo ya que los
valores de venta de segunda mano son casi el triple del indicado y el valor que aplican es el de hacienda y creemos que es solo valido para transmisiones no para valoraciones.
Nos indican que
es el cálculo que hacen los técnicos y que no pueden hacer nada que si queremos
paguemos nosotros el transporte y luego reclamemos.
Volvemos a insistir
ya sabiendo que el valor venal real supera con creces el que nos indican y esta
vez reconociendo su error nos autorizan el traslado. Según dicen, el técnico se
confundió y tomo unas tablas que saco de internet de la comunidad de Madrid….
Vamos que intentaron colarla.
Desde la tarde
esperamos al policía y al camión pero este no llega.
A la mañana
siguiente, como no viene nadie, hablamos con los del hotel y al de un rato se
presenta el policía sonriente dispuesto a ayudarnos con el transporte.
Ellos mismos se
encargan de buscar camiones, primero viene uno que, a juicio de la propietaria
del hotel, nos cobra muy caro, y es ella misma la que toma las riendas del tema
del camión y nos dice que se encarga de buscarnos alguien que nos cobre un
precio razonable. Todo esto de 5 en 5 minutos. Desde las 9 a las 3 de la tarde.
Además se
encargan de buscarnos un “taxi” para que nos lleve a la capital.
La capital está a
620 kilómetros de Bujara, el camionero nos cobra 200 dólares y el taxi 63… no está
nada mal.
Entre todos, incluido
el policía, que es el que más curra, atamos la moto con alambres y lo que
encontramos para que la trasladen a la capital.
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No tengo muy claro si llegara de pie |
Son lentos pero
terriblemente amables, al final nos piden que si nos podían grabar un video
diciendo lo bien que nos había tratado la policía y lo que nos había ayudado,
para enseñar a su jefe y justificar su trabajo. Es un poco surrealista, nos
ponen el teléfono a grabar e improvisamos un discurso en el que Mercedes y yo
hablábamos de lo bueno que es el país y lo atenta que era la policía y la gente
del hotel. En fin…
La moto se pone
en marcha y nosotros también.
Llegamos a
Tashkent después de 8 horas de viaje en coche con un “chofer” que escuchaba música
local a todo volumen a la vez que fumaba, chateaba y sorteaba baches con una
mano. La verdad es que ha sido más estresante este viaje que el resto de
nuestra ruta. Hasta conocimos a su mujer
que nos la puso por skype mientras conducía para que la saludáramos.
Hoy hemos
madrugado para ir a la agencia de aduanas que se encargará de mandar la moto.
El camión con la moto ya está esperándonos.
La víspera ya
había preparado la moto para el transporte quitando la pantalla y los espejos
además de sacar al gasolina y desconectar la batería.
Nos piden revisar todo y
enseñarles que esta apta para trasporte y le dan el visto bueno.
La maquina ya está
en una caja, todo indica que no nos falta ningún papel y que podrá salir en 2 o
3 días para España.
Nosotros mañana
cogemos un avión con ganas de llegar a casa.
Algunas fotos de
Tashkent …esto no estaba previsto pero hemoo tenido un ratito para ver la ciudad